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La pintura costumbrista mexicana: notas de modernidad y nacionalismo
Desde el siglo XVII, la pintura novohispana registró escenas de costumbres o de la vida cotidiana, en su mayoría integradas a las representaciones religiosas. A partir del siglo XVIII, éstas se hicieron más frecuentes y adquirieron autonomía gracias al afán de clasificación y al proceso de secularización. Durante la primera mitad del siglo XIX, los “artistas viajeros” plasmaron el paisaje, los tipos y las costumbres mexicanas que consideraron más “pintorescas”, pero no fue sino hasta mediados de la centuria cuando la pintura costumbrista empezó a ser practicada con asiduidad por los artistas locales como género independiente. Su primer florecimiento tuvo lugar en las ciudades de Guadalajara y Puebla, que contaban con academias cuyos patrones estéticos diferían de los de la de San Carlos. La convivencia de las distintas clases, diferenciadas sólo por su vestido, conformaba una imagen tranquilizadora de la sociedad y ésta es la que predominó en los años cincuenta y se presentó a los espectadores entendidos de los salones de la Academia. En la capitalina Academia de San Carlos, el costumbrismo se practicó con regularidad a partir de los años de la República Restaurada (1867-1876). El género tuvo su epílogo en muchas imágenes que se convirtieron en ejemplos de la corriente “sentimental” del realismo, en las que, detrás del supuesto contenido crítico o social, estaba la demanda del mercado burgués muy propenso a coleccionarlas en el último tercio del siglo.
Palabras Claves: Costumbrismo, Academia, pintura mexicana, modernidad, nacionalismo
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La pintura costumbrista mexicana: notas de modernidad y nacionalismo
Since the XVII century, Mexican paintings showed everyday life and customs scenes mostly associated with religious subjects. With the beginning of the XVIII century, these became more frequent and gained autonomy thanks to the secularization process and the eagerness for classification. During the first half of the XIX century “travelling artists” captured the Mexican landscape, customs and people, which they considered to be “picturesque”. But it was not until the mid eighteenth hundreds when “costumbrismo” as a genre was practiced by local artists. The cities of Guadalajara and Puebla were the first ones to hold in their academies various important artists in this genre, whose style differed from San Carlos Academy in the capital. The different classes cohabiting only differentiated by their clothing, defined a tranquilizing image of the society, which prevailed throughout the second half of the XIX century and was exhibited in the Academy galleries. In the San Carlos Academy, “costumbrismo” was frequently practiced during the Restored Republic period (1867-1876). The genre had its epilogue in many images that became an example of the “sentimental” realism, in which behind an apparent critical or social content, were the bourgeois market demands.
Key Words: “costumbrismo”, Academy, Mexican painting, modernism, nationalism
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